Pueblos Indigenas de chile:
Indice:
*Pueblo Atacameño
*Los Changos
*Los Mpauches
*Los Tehuelches
*Los Chonos
PUEBLO ATACAMEÑO
Los Atacameños o likanantai habitan en los oasis, valles y quebradas de la provincia del Loa, en el norte de Chile (II Región). En esta zona se encuentran el Salar de Atacama, el volcán Licancabur y los ríos Salado y Grande. Este hábitat desértico comprende el sector de la hoya del Salar de Atacama, el pueblo de San Pedro de Atacama y la cuenca del río Loa, cuyo centro es la ciudad de Calama.
La comunidades un concepto que predomina en la vida social de este pueblo. La construcción de un camino, un local para la comunidad, limpiar los canales de regadío, son algunas de las actividades que los convocan. Los centros ceremoniales y también comerciales, donde confluyen todos sus componentes son Caspana, Peine, Socaire, San Pedro de Atacama y Toconao. El Censo de población (1992) entrega una cifra global de 85. 829 habitantes indígenas para la provincia del Loa, pero sin especificar su origen étnico específico.
Los Changos
En la costa norte, desde el Loa hasta el Aconcagua, prosperó un grupo de pescadores llamados changos por los españoles. Eran anchos de espalda, con una estatura media que oscilaba alrededor de 1,60 metro en los hombres y 1,45 metro en las mujeres. Dormían en toldos de cuero de lobo, sostenidos por troncos de quiscos o costillas de ballenas y fabricaban embarcaciones con cueros de lobo marino inflados (imagen a la izquierda).
Para confeccionar una de estas embarcaciones se requerían los cueros de cuatro lobos machos. Se les ponía en agua dulce para ablandarlos, luego los cortaban con intestinos de los propios animales, en forma de bolsones: en una de las puntas se introducía un tubo de caña por el cual se soplaba para inflar el bolsón. Una vez lleno de aire se retiraba, el agujero se cosía, y las costuras eran cubiertas con mezclas de aceite y grasa de lobo mar, quedando así, selladas e impermeabilizadas.
Con dos de esos bolsones se hacía la balsa. Los extremos eran amarrados con sogas y en la parte central se colocaba un tablado, atado a ambos bolsones, donde se sentaba el navegante.
Con estas embarcaciones, frágiles en apariencia, los changos podían pasar días en el mar. Incluso navegar hacia el Sur. Algunos fueron vistos hasta en la desembocadura del río Maule, en épocas históricas tardías.Los changos se desplazaban por las caletas del Norte buscando mariscos en las rocas y aventurándose en el mar para pescar. Cazaban, incluso, lobos de mar valiéndose de arpones, también utilizaban para la pesca redes hechas con intestinos de lobos marinos o fibra de totora trenzada.
Su constante deambular por las costas del Norte los llevó a no sobrepasar en grupos la docena de familias, de lo cual se deduce que no sobrepasaron el nivel de bandas, teniendo como núcleo básico la familia.
(Para un estudio más profundo de los Changos, ir a Las Etnias Pescadoras del Extremo Norte)
Los mapuches
El nombre que se dan a sí mismos los indígenas de la raza que los españoles llamaron “Araucana”, deriva de los sustantivos Mapu que significa tierra, país, el territorio de la nación propia, la Patria, y Che que significa persona, gente, cada uno de los miembros de la nación. Mapuche, de esta manera, significa gente del país, paisano, compatriota.
De acuerdo a versiones de algunos antropólogos modernos, la denominación Mapuche tenía una connotación similar a la que se daban a sí mismos los pueblos arios de Europa, como Deutche, Tuata y Tota de los germanos, los celtas y los itálicos, que significa “la totalidad”, “todos los hombres”, implicando que sólo los miembros de la propia nación son completa y perfectamente humanos, y los demás lo son solamente a medias.
Los tehuelches
•Ubicación geográfica: Los aonikenk (tehuelches meridionales), se encontraban en Santa Cruz y principalmente en las costas; los günün a küna se extendieron desde el centro de Chubut hasta Tandil, y los chehuache kenk habitaron cerca de la cordillera.
•Cultura: Los tehuelches fueron originariamente cazadores, añadiendo la pesca y la recolección de raíces, semillas-con las que hacían harinas- y mariscos. Básicamenta fueron cazadores seminómades, especializados en la caza del guanaco y del avestruz. Tras la araucanización (Proceso de influencia araucana en la patagonia), se intensificó el uso de la boleadora, que con el caballo resultó más efectiva para la caza.
Preparaban bebidas con jugos de plantas no fermentados.
Su vestimenta fue básicamente de piel, y utilizaban adornos, pinturas y plumas.
La vestimenta era el manto de pieles pintado usado con el pelo hacia el interior. Utilizaban unas vinchas en la cabeza, llamadas "cochel" de lana o algodón; diademas de plumas; y pintura blanca en el pelo largo, dispuesto a llevar con él las flechas.
•Vivienda: La vivienda Tehuelche, estaba constituída por el paravientos de cuero y el toldo, que tenían una división entre áreas de mujeres y de varones. El toldo es una adopción posterior de los pueblos pampeanos, pueslos más antiguos patagones utilizaban sólo paravientos.
La influencia araucana modificó al toldo en cuanto al tamaño, ampliándolo. Se sostenía con palos decrecientes hacia atrás y se cerraba con una cortina de cuero por delante.
•Organización: La sociedad tehuelche estaba organizada por clanes y familas, polígamas en la medida de las posibilidades económicas, pues el matrimonio se efectuaba por compra. Se formaron cacicatos con territorios delimitados. Los jóvenes, alrededor de los veinte años se incorporaban a los guerreros.
Los viejos, hombres y mujeres, se dedicaban a la medicina y hechicería, curando a los enfermos con procedimientos de magia.
Los muertos eran enterrados en posición extendida en la cima de las colinas, cubriéndolos con piedras; estas tumbas se llamaban "chenques". Una vez muerta una persona, se prohibía pronunciar el nombre del muerto.
•Religión: En su religión, aparece un ser supremo y un ser maligno (Setebos ó Kóoch y Elel ó El lal), junto con una multitud de dioses, comprendiendo el Sol, la Luna, Las Nubes, etc; en torno a los cuales había una rica mitología. Se celebraba con fiestas la pubertad de las muchachas, y los patagones del sur tenían sociedades secretas. Existieron los hechiceros como intermediarios divinos y como curanderos.
•Relación con blancos: los tehuelches se destacaron por su buena relación con los españoles y criollos; fueron comedidos, dóciles y serviciales. Se mostraron solidarios con los navegantes y los colonos galeses. Poseían un gran sentido de hospitalidad y camaradería. Fueron gente de paz, tal como lo documentan Viedma, Musters, Moyano y Moreno.
Los chonos
Este grupo indígena que hoy ya no existe, deambuló en el sur de Chiloé. En aquel laberinto de islas, canales y fiordos, desarrollaron una peculiar forma de vida, obteniendo el sustento del mar, y en las islas en que acamparon, sepultaron a sus muertos bajo aleros rocosos y oscuras cavernas.
En términos generales, los Chonos han sido caracterizados como un pueblo nómade, dedicado fundamentalmente a la pesca, a la caza de lobos marinos y algunos cetáceos menores, y a la recolección de mariscos. Para el cumplimiento de estas actividades se desplazaban en canoas fabricadas de tres tablas, conocidas con el nombre de "dalcas".
Las crónicas del período de Conquista nos han dejado abundantes y detalladas descripciones de la dalca, pero sin lugar a dudas, la mejor de ellas corresponde a la realizada por el Padre Diego de Rosales, quien en su calidad de Superior de la Orden Jesuíta, navegó por las aguas de nuestra región. En su libro "Historia General del Reino de Chile, Flandes Indiano" señala: "... las fabrican de tres tablas cosidas, cortadas del largo que quieren la piragua.
Los Chonos andaban casi desnudos y sus únicos vestidos eran una capa de cuero de guanaco que les tapaba sólo los hombros y parte de la espalda, complementada con un taparrabo de algas secas. Las mujeres eran quienes obtenían el alimento y los hombres permanecían en la dalca, manteniendo el fuego. La técnica para recolectar ciertos peces y mariscos era el buceo, realizado por las mujeres, quienes llevaban en sus cuellos canastos donde los acumulaban antes de emerger.
Durante la segunda mitad del siglo XVI, los españoles tomaron contacto con los Chonos, primero esporádicamente y a través de los viajes de exploración y luego en forma más continua, a partir de la fundación de la ciudad de Castro, en 1567.
En 1710, un grupo de 200 Chono se fue a vivir, cerca de los españoles, primero en la Isla Huar y más tarde en la de Chaulinec, desde donde desaparecen del registro histórico, probablemente al mezclarse con los Huilliches (Veliches) de Chiloé.
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