miércoles, 14 de mayo de 2008

BIOGRAFIA DE DOMINGO SABIO



Historia de Domingo Sabio


Entre los miles de alumnos que tuvo el gran educador San Juan Bosco, el más famoso fue Santo Domingo Savio, joven estudiante que murió cuando apenas le faltaban tres semanas para cumplir sus 15 años.
Nació Domingo Savio en Riva de Chieri (Italia) el 2 de abril de 1842.Era el mayor entre cinco hijos de Ángel Savio, un mecánico muy pobre, y de Brígida, una sencilla mujer que ayudaba a la economía familiar haciendo costuras para sus vecinas.Desde muy pequeñín le agradaba mucho ayudar a la Santa Misa como acólito, y cuando llegaba al templo muy de mañana y se encontraba cerrada la puerta, se quedaba allí de rodillas adorando a Jesús Eucaristía, mientras llegaba el sacristán a abrir.El día anterior a su primera confesión fue donde la mamá y le pidió perdón por todos los disgustos que le había proporcionado con sus defectos infantiles. El día de su primera comunión redactó el famoso propósito que dice: "Prefiero morir antes que pecar".A los 12 años se encontró por primera vez con San Juan Bosco y le pidió que lo admitiera gratuitamente en el colegio que el santo tenía para niños pobres. Don Bosco para probar que tan buena memoria tenía le dio un libro y le dijo que se aprendiera un capítulo. Poco tiempo después llegó Domingo Savio y le recitó de memoria todo aquel capítulo. Y fue aceptado. Al recibir tan bella noticia le dijo a su gran educador: "Ud. será el sastre. Yo seré el paño. Y haremos un buen traje de santidad para obsequiárselo a Nuestro Señor". Esto se cumplió admirablemente.Un día le dijo a su santo confesor que cuando iba a bañarse a un pozo en especial, allá escuchaba malas conversaciones. El sacerdote le dijo que no podía volver a bañarse ahí. Domingo obedeció aunque esto le costaba un gran sacrificio, pues hacía mucho calor y en su casa no había baño de ducha. Y San Juan Bosco añade al narrar este hecho: "Si este jovencito hubiera seguido yendo a aquel sitio no habría llegado a ser santo". Pero la obediencia lo salvó.Cierto día dos compañeros se desafiaron a pelear a pedradas. Domingo Savio trató de apaciguarlos pero no le fue posible. Entonces cuando los dos peleadores estaban listos para lanzarse las primeras piedras, Domingo se colocó en medio de los dos con un crucifijo en las manos y les dijo: "Antes de lanzarse las pedradas digan: <>". Los dos enemigos se dieron la mano, hicieron las paces, y no se realizó la tal pelea. Por muchos años recordaban con admiración este modo de obrar de su amiguito santo.

HISTORIA DE JUAN BOSCO


Historia de Don Bosco


San Juan Bosco nació en Castelnuovo, Italia, bastante al norte de Roma.
Su padre Francisco, un sencillo campesino, murió cuando Juanito apenas tenía dos años y medio. La mamá, Margarita, analfabeta y muy pobre, tuvo que encargarse ella sola de levantar a sus dos pequeños hijos, Juan y José, y al hermanastro Antonio, hijo de un primer matrimonio de Francisco, y cuidar además de la anciana suegra, paralizada en una silla.
Mamá Margarita resultó ser una gran educadora. En casa tenían que aguantar hambre y faltaban muchas cosas materiales pero había mucho amor y una gran religiosidad. Cada madrugada se rezaba el rosario y Juanito Bosco ya a los seis años lo sabía entonar muy bien. Cada noche se leía la vida de un santo y una página de alguna publicación que hablara de misiones o de misioneros.
Los niños crecieron amando y reverenciando grandemente al buen Dios. Cuando los campos estaban florecidos o las noches eran muy estrelladas o llovía suavemente, mamá Margarita les decía: "Miren qué bueno y generoso es nuestro Padre Dios". Cuando hacía tormenta y estallaban truenos y deslumbraban los relámpagos, o caían fuertes granizadas o zumbaba el huracán, la mamá les recordaba: "Qué poderoso es nuestro Dios. No lo disgustemos nunca, porque puede estallar de pronto su ira contra nosotros".
Juanito Bosco deseaba mucho estudiar pero en la vereda no existían escuelas y no había dinero para ir al pueblo a estudiar. Un tío campesino le enseñó a leer, y el niño Bosco empleaba todas las horas libres que le dejaban los trabajos del campo en leer y aprender el catecismo y la Historia Sagrada.
A los 9 años tiene Juanito Bosco el primero de sus 159 sueños proféticos. Se le aparece Nuestro Señor junto con la Virgen María y le presentan un montón de fieras que luego se convierten en corderos. Luego le muestra una multitud de jóvenes y le dicen: "Este será tu oficio: cambiar jóvenes tan difíciles como fieras, en buenos cristianos tan dóciles como corderitos".
A Juan Bosco sus estudios le cuestan verdaderos sacrificios. No porque no tuviera cualidades, pues poseía una memoria prodigiosa que le permitía recordar todo lo que leía y escuchaba, sino porque su pobreza era total. Tuvo que pedir limosnas entre los vecinos para poder asistir al colegio. Nunca supo lo que fue comprar libros nuevos o estrenar vestidos. Todo era de segunda mano. Pero esta pobreza lo hará enormemente comprensivo más tarde con los jóvenes pobres carentes de medios económicos para poder estudiar, y lo llevará a dedicar toda su vida a procurar facilidades de estudio para los niños más necesitados.
Con medios materiales insignificantes realizaba grandes obras. Con tres monedas empezó un templo, que costaba 300 millones y en cuatro años lo logró levantar. Le agradaba repetir: "Cada ladrillo de este templo es un milagro de María Auxiliadora".
Con algunos de los muchachos pobres que iba educando logró fundar una Comunidad para educar a la juventud pobre. A sus religiosos les puso el nombre de "Salesianos" en honor del santo más amable que ha existido después de Jesucristo: San Francisco de Sales. Es que necesitaba que sus educadores imitaran a este amable santo en tratar bien a los destinatarios. Los salesianos son ahora 17,000 en 105 países, con 1,300 colegios y 300 parroquias.
También fundó San Juan Bosco a las Hermanas Salesianas, Hijas de María Auxiliadora, las cuales son 16,000 en 75 países y se dedican a educar a la juventud pobre.
Una labor queridísima para Don Bosco fue siempre la difusión de las buenas lecturas. El mismo escribió más de 40 libros y uno de ellos, el que se titula: "El joven Instruido", alcanzó durante la vida de su autor más de 50 ediciones y llegó al millón de ejemplares, lo cual era mucho para el siglo pasado cuando la imprenta no estaba tan desarrollada como ahora. El decía que Dios lo había enviado al mundo para educar a los jóvenes pobres y para propagar buenos libros. Sus salesianos tienen ahora en el mundo 65 imprentas y publican millones de libros religiosos a precios módicos para el pueblo. Los escritos de San Juan Bosco agradaban mucho a la gente porque eran sumamente sencillos y fáciles de entender. El santo repetía: "Propagad buenos libros. Sólo en el cielo sabréis el gran bien que produce una buena lectura".

miércoles, 7 de mayo de 2008

LA VIDA DE MARIA AUXILIADORA







María Auxiliadora


Historia de la devoción a María Auxiliadora en la Iglesia Antigua. Los cristianos de la Iglesia de la antigüedad en Grecia, Egipto, Antioquía, Efeso, Alejandría y Atenas acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora, que en su idioma, el griego, se dice con la palabra "Boetéia", que significa "La que trae auxilios venidos del cielo". Ya San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla nacido en 345, la llama "Auxilio potentísimo" de los seguidores de Cristo. Los dos títulos que más se leen en los antiguos monumentos de Oriente (Grecia, Turquía, Egipto) son: Madre de Dios y Auxiliadora. (Teotocos y Boetéia). En el año 476 el gran orador Proclo decía: "La Madre de Dios es nuestra Auxiliadora porque nos trae auxilios de lo alto". San Sabas de Cesarea en el año 532 llama a la Virgen "Auxiliadora de los que sufren" y narra el hecho de un enfermo gravísimo que llevado junto a una imagen de Nuestra Señora recuperó la salud y que aquella imagen de la "Auxiliadora de los enfermos" se volvió sumamente popular entre la gente de su siglo. El gran poeta griego Romano Melone, año 518, llama a María "Auxiliadora de los que rezan, exterminio de los malos espíritus y ayuda de los que somos débiles" e insiste en que recemos para que Ella sea también "Auxiliadora de los que gobiernan" y así cumplamos lo que dijo Cristo: "Dad al gobernante lo que es del gobernante" y lo que dijo Jeremías: "Orad por la nación donde estáis viviendo, porque su bien será vuestro bien". En las iglesias de las naciones de Asia Menor la fiesta de María Auxiliadora se celebra el 1º de octubre, desde antes del año mil (En Europa y América se celebre el 24 de mayo). San Sofronio, Arzobispo de Jerusalén dijo en el año 560: "María es Auxiliadora de los que están en la tierra y la alegría de los que ya están en el cielo". San Juan Damasceno, famoso predicador, año 749, es el primero en propagar esta jaculatoria: "María Auxiliadora rogad por nosotros". Y repite: "La "Virgen es auxiliadora para conseguir la salvación. Auxiliadora para evitar los peligros, Auxiliadora en la hora de la muerte". San Germán, Arzobispo de Constantinopla, año 733, dijo en un sermón: "Oh María Tú eres Poderosa Auxiliadora de los pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe. Auxiliadora de los ejércitos para que defiendan la patria. Auxiliadora de los gobernantes para que nos consigan el bienestar, Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de tu ayuda".